MICRORELATO

TU PEQUEÑO RINCÓN

Dicen que es muy importante encontrar tu lugar en el mundo, tu pequeño rincón en el que sentirte a gusto, arropada por gente que comparte tus sueños e ilusiones, que te ayuda por encima de todo y que sabe la manera de hacerte feliz...

Aída, la protagonísta de esta historia, se reía de todas estas bonitas palabras, y cansada de buscar durante toda su vida ese pequeño espacio donde sentirse especial, vivía resignada en un hogar qu no le correspondía.

¿Saben de esas personas sin mucha suerte? Esa era ella... La vida no le había sonreído mucho desgraciadamente: huérfana de madre desde los cinco años, trabajo duro desde muy corta edad, un padre racista, egoísta y agresivo, que anteponía sus propios intereses a los de su hija...

Pero una persona tuvo que venir desde muy lejos para cambiar todo eso: Alfredo, un cubano alegre y entusiasta conquistó el corazón de Aída, le enseñó el camino que le conduciría a ese rincón especial del mundo, le devolvió la ilusión y las ganas de cumplir su gran sueño: ser bailarina.

Juntos se formaron en una nueva ciudad cargada de ritmo y alegría, La Habana.

Aquel sitio enseñó a Aída muchas cosas de la vida y permitió a su padre comprender que el color de las personas no importa, pues Alfredo, un mulato, había sido la persona quien le había devuelto esa sonrisa perdida a su preciosa niña.